Las camillas son esenciales para los fisioterapeutas, fundamentalmente para los masajes, ya que estos se realizan con el paciente tumbado o sentado sobre ellas. Pero no todas las camillas son iguales y existen diferentes tipos que se diferencian en altura, en las partes móviles o en la composición de los materiales con los que están confeccionadas.
Existen diversidad de camillas fabricadas según los fines terapéuticos para los que se han diseñado.
Una condición que las camillas deben cumplir, ya sean terapéuticas o no, es que el paciente se sienta cómodo. Y esto independientemente de la posición y del tipo de masaje que vaya a recibir.
Tipos y modelos de camillas de fisioterapia
Las camillas pueden ser, según su movilidad, portátiles o móviles. Pueden tener partes ajustables, como el respaldo o la altura completa de la camilla y pueden tener perforación facial para que el usuario se tumbe boca abajo.
Las medidas estándar de entre 1,70 y 1,90 cm de largas, 60 o 70 cm de ancho y unos 75 cm de altura.
Camillas hidráulicas
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Tienen la característica de poder ser reguladas manualmente en altura y en inclinación. Una gran ventaja respecto de las eléctricas es su independencia de la electricidad. Además, la gran fluidez de los cambios en este tipo de camillas consigue que sean de las más preferidas por el sector.
Camillas plegables
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Son las ideales para poder ser transportadas a los domicilios de los pacientes. Existen dos tipos principalmente, las de aluminio y las de madera. Pero los materiales, en este caso, no son relevantes. Es una cuestión de gustos porque ambas son ligeras. Hay una característica que sí importa. Todas tienen que ser regulables en altura y se debe comprobar que mantengan una buena estabilidad. Sobre todo, se ha tener en cuenta el ancho y el largo, porque estas medidas sí influyen para que pesen más o menos. Son ideales para un profesional de fisioterapia que comience a ejercer su profesión y es posible encontrarlas con diferentes medidas, clasificadas por tallas.
Camillas eléctricas
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Son muy interesantes porque sirven para muchas especialidades, muy diferentes entre sí. Al ser eléctricas, es sencillo regularlas en altura y se mueven con precisión. A las zonas de estas camillas que son articulables e independientes, se las denomina cuerpos. Existen camillas eléctricas regulables de dos y tres cuerpos. Algunas tienen respaldo articulado que se puede mover de manera manual. En la consulta, pueden ser las camillas que presenten más prestaciones. También existen camillas eléctricas para personas con capacidad de movilidad reducida.
Camillas fijas
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Es una de las opciones más utilizadas por las clínicas y los hospitales. Se fabrican en acero o en madera. Su principal ventaja respecto de las anteriores es su gran estabilidad y que soportan muchos más kilos. Dentro de este tipo, las camillas de acero se usan fundamentalmente en hospitales. Sobre todo, son las que incorporan ruedas para transportar a los pacientes. Las de madera suelen usarse más en fisioterapia o medicina.
Sillas de masaje
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Hay algunas terapias que no precisan de una camilla propiamente dicha, pero el paciente no debe estar de pie. Las sillas de masaje son una opción en estos casos. Son sillas ergonómicas que cuentan con soportes ajustables, tanto para los brazos como para las piernas, cabeza, tórax y una apertura facial. Están diseñadas para que se pueda acceder a brazos y espalda.
Tablas de inversión
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Están especialmente diseñadas para los problemas de espalda, sobre todo, de la zona lumbar y cervical.
Consejos para comprar una camilla de fisioterapia
Como es la herramienta principal del fisioterapeuta, su compra debe sopesarse y valorarse detenidamente. Lo principal es saber para qué tipo de tratamientos se adquiere la camilla y qué uso se le va a dar.
- Para terapias de reflexología es mejor una camilla con respaldo ajustable.
- Masajes deportivos y de tejidos más profundos es mejor una camilla ajustable, que que sea suficientemente firme.
- Para masajes relajantes convienen las camillas más blandas y anchas.
Se debe tener en cuenta si la camilla va a ser solo para consulta o si se va a usar para traslados a domicilios de pacientes.
Para un consultorio, lo mejor es una camilla fija hidráulica o eléctrica, por su mayor solidez, su versatilidad y su gran duración.
Si se realizan sesiones en domicilios se recomienda una camilla plegable de peso medio, pero solo si las salidas son ocasionales, de manera que aporten la posibilidad de la opción de altura ajustable.
Pero si los traslados son continuos lo mejor es una camilla ultraligera que, aunque no duran tanto como las anteriores, no son caras y se pueden trasladar con facilidad.
En conclusión, las camillas de fisioterapia son elementos indispensables para los profesionales dedicados a la práctica de la fisioterapia, ya sea terapéutica o deportiva. Es una herramienta imprescindible y la calidad de la misma ayudará a un desempeño óptimo del trabajo del fisioterapeuta.
Última actualización el 2024-09-07 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
